EL NIÑO QUE DESAFINABA
EL CORO
Viajé a San Salvador, la capital. Yo solo tenía 9
años. Era una excursión de alumnos de la escuela pública donde yo estudiaba mi
tercer grado. San Pedro Nonualco, tierras pisadas por Anastasio Aquino, el
primer líder revolucionario de América -
1789-1833- . Aquí estaba mi escuela: La Timoteo Liévano. Visitaríamos varios
lugares de San Salvador incluido el canal de TV, donde se cantaría el himno de
la escuela y sería trasmitido en vivo. ¡Que emoción¡. Nos probaron las voces para hacer el coro
estudiantil que cantaría en la TV. Fuí seleccionado y pasé la prueba. Aaa, Aaa,
A, en solfa. Don Teodorito Ventura con su violín era el que encargado del coro que iría a la
capital con los alumnos. Comenzamos a
ensayar el himno. El maestro comenzó a sacar del grupo a los que desafinaban el
CORO. Yo cantaba bajito para que no me fueran a sacar pues yo quería ir a la
capital y salir en la TV. El maestro se acercaba a mí, buscando al desafinador:
¡Para fuera.¡ Fui escogido como uno de los desafinadores:¡Que desilusión.
A pesar que no compondría el coro estudiantil, si
venía a San Salvador. Llegamos a la televisora. Luces,
cámaras, acción. A pesar que era el desafinador, Don Teodorito se le olvidó que
yo desafinaba y me pasó al frente en primera fila a cantar. Solo balbuceaba
pues no me podía la letra de memoria. Me movía con los pies deslizándolos
buscando la cámara para salir todo el tiempo posible y hacerme famoso como
artista de TV.
Fue una gran alegría para el niño kike que cuando
regresamos al pueblo, mis familiares y amigos comentaron que nos habían visto
en la presentación del coro estudiantil de la escuela. Esto en el canal 2. En ese tiempo solo se
trasmitía por horas. Me sentí como un artista de Hollywood o como JOSELITO, el
niño español artista de cine.
Quedé traumando, me dijo Verónica Guerrero, las
sicólog,; no tuve de valor de cantar en el coro juvenil de la iglesia de Juan
Bueno por el temor que me excluyeran por no poder cantar.
HIMNO DE LA ESCUELA
TIMOTEO
LIÉVANO
SAN
PEDRO NONUALCO
Letra: Prof: Domingo Urrutia
Música: Prof. Luis Fuentes
Música: Prof. Luis Fuentes
Es nuestra escuela sacro altar
un bello centro de instrucción
a quien el pueblo debe dar
su buena ayuda y corazón
En nuestra escuela sin igual
la vida es toda emoción,
en ella la verdad y el amor
se predican sin cesar
Timoteo Liévano es el nombre símbolo
de la escuela en que se forja noble juventud
y que de hijos de virtud
a San Pedro ha de dotar
Templo hermoso donde el alma se hace límpida,
yo te llevo en mi conciencia como un símbolo
yo te quiero escuela mía
y jamás te olvidaré.
un bello centro de instrucción
a quien el pueblo debe dar
su buena ayuda y corazón
En nuestra escuela sin igual
la vida es toda emoción,
en ella la verdad y el amor
se predican sin cesar
Timoteo Liévano es el nombre símbolo
de la escuela en que se forja noble juventud
y que de hijos de virtud
a San Pedro ha de dotar
Templo hermoso donde el alma se hace límpida,
yo te llevo en mi conciencia como un símbolo
yo te quiero escuela mía
y jamás te olvidaré.