viernes, 6 de abril de 2012

¿Sacerdote Católico? …¡¿Yo?¡



¿Sacerdote Católico? …¡¿Yo?¡

De San Pedro Nonualco viajamos en el primer bus de las 4 a.m. Para San Vicente con mi madrecita Ángela. El viaje era para visitar a mi hermano Rolando de 11 años que estaba interno en el seminario católico Pio XII estudiando su 6º grado. La calle era de polvo y había que darle vuelta al volcán Chinchontepec, por Zacatecoluca.

Mamá estudió en el María Auxiliadora de San Salvador en su infancia. Así ella quería que uno de sus hijos fuera sacerdote. Mi hermano mayor Alejandro ingreso al seminario de Ayagualo - estudió 1 año de bachillerato-; Rolando hizo su 6º grado en el seminario Pio XII de San Vicente. Ya no siguió porque no tenía vocación dijeron los párrocos. Mis dos hermanos no pegaron y fueron padres de familia.

La entrada principal del seminario Era un portón de madera y un pasillo con corredores bien limpitos. Parecía solo. Los alumnos en sus aulas. Había piedras bonitas que habían traído los estudiantes de la barranca del Sisimico. Rolando me comentaba de su vida de internado: había aprendido el Pater Noster en latín. Yo observaba sus cuadernos de religión .

PATER NOSTER
(Padrenuestro)

Pater Noster, qui es in caelis,
sanctificétur nomen Tuum,
adveniat Regnum Tuum,
fiat volúntas tua,
sicut in caelo et in terra.
Panem nostrum cotidiánum
da nobis hódie,
et dimitte nobis débita nostra,
sicut et nos dimittímus
debitóribus nostris;
et ne nos indúcas in tentationem,
sed libera nos a malo.

En dos ocasiones mi madrecita me interrogó ¿a vos te gustaría estudiar en el seminario? Yo le respondí seguro: ¡No¡ Aunque de niño jugaba con las imágenes católica y de altares,. Hice mi primera comunión y sentí presencia de Dios, me confirmé; pero no me atraía el seminario. Lo sentía triste y solitario. No era mi vocación.

Hoy a mis 61 años revisando el acontecer de mi vida pienso: Si yo le hubiera dicho a mi madre que sí me gustaba el seminario: ¡Fuera sacerdote católico¡. Mi madre admiraba y respetaba a los curas párrocos, especialmente a los de sotana café. Que eran Franciscanos italianos y eran misioneros en mi pueblo natal. Yo – una vez- me dormí en la sotana del padre Maximiliano Martínez cuando él llegaba a esperar llamada en el Telégrafo y me regaló una medallita. Le pregunte’ a mi madre que para que servía la medallita con la imagen de la virgen María. Usé el escapulario cuando tenía 10 años y me sentía protegido. Mi padre era el telegrafista del pueblo Y enfrete de la alcaldía observábamos las procesiones y ritos religiosos principales: Semana Santa, Navidad, pólvora, regalos de navidad. ¡ Todo un recuerdo¡

Así, Dios tenía para mí otro plan: Servir a Dios en los ministerios protestantes evangélicos. Para mí fue toda una nueva experiencia. He servido a Dios como pastor evangélico- 15 años en Mejicanos-; supervisando iglesias evangélicas en los departamentos de La Paz, Cuscatlán, San Vicente y Cabañas; En el consistorio del Templo Cristiano- iglesia que fundó Jimmy Swaggart y Juan Bueno: en colonia San Benito en San Salvador; enseñando la Biblia en los Institutos Bíblicos y bachilleratos del Liceo Cristiano- Desde 4º grado a Bachillerato. Evangelista en
México, Venezuela, Centro América. Ahora en un ministerio de historiador, escritor, conferencista. Un ministerio POLIVALENTE que incluye los ministerios que enumera Pablo en la carta a los Efesios y más.

Hoy en 2012 respeto y admiro el trabajo de los pastores evangélicos y curas párrocos; ambos ayudan en el área espiritual de las personas. La evaluación de su trabajo lo hará Dios no yo.


http://reflexiones-nonualcas-2.webs.com/pastoresdelrebao.htm

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